Corría desesperadamente sintiendo bajo mis pies la suave arena que se escurría en cada una de mis pisadas, mis piernas se levantaban contra el viento y caían chocando contra el suelo. Y mis lágrimas acompañaban a la arena que se iba, no veía por la nube que se me formaba frente a mis ojos. Pero igual yo corría sin rumbo alguno esperando que mis pies me trasladaran a un lugar en el que pudiera estar sola.
-¡Colette! –escuché su voz y mi corazón se detuvo como tantas veces había pasado antes. Pero mis pies no se detuvieron en ningún momento -¡Colette! –.Otra vez me llamo.
A pesar de que cría que estaba alejándome de él lo suficiente, pude sentir de repente su mano sobre mi brazo que me detenía.
-Colette –suplicó sujetando mi brazo con decisión.
-Andrew –solo pronunciando su nombre espere a que me dejara libre.
-Quiero que me escuches –informó a la vez que se paraba adelante mío y con su mano libre acuno mi mentón para levantar mi rostro y así poder verme a los ojos.
-No quiero, vete, déjame sola –pedí sin esconder mis lágrimas frente a él, no me importaba nada más.
-Ella es una mentira –pronunció las palabras claramente y de manera que sonaran más sinceras de lo que el pretendía que fueran. Suspiré ahogadamente mirando una vez más –Ella nos engaño a los dos, yo no la quiero, solo te amo a ti, créeme –se acercó lento hacía mis rostro, esperando mi respuesta.
-Ella es mi hermana –le informé por si no se acordaba.
-Ella es una mentirosa y tú lo sabes –me recordó él a mi –.Tienes que saber que solo te quiero a ti –sonrió dulce y sinceramente dándome a entender que era verdad lo que me decía. Su rostro terminó de acercarse al mío y sus labios se pegaron a los míos, buscando así la verdad dentro de toda esta mentira.
Etiquetas: él, La verdad dentro de la mentira, playa
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